OPERACION FELICIDAD Tu portal de motivación, bienestar y desarrollo personal
Related Articles
«Deja tus preocupaciones al Señor y Él te mantendrá firme; nunca dejará que caiga el hombre que lo obedece.»
Salmos 55:22
La preocupación es una de las cosas que más espacio ocupa en nuestra vida, en nuestra mente. Y lo más contradictorio es que son situaciones que no han pasado y que no sabemos si van a ocurrir porque puede ser que nunca ocurran. Entonces, ni atendemos nuestro presente ni resolvemos nuestro futuro porque es incierto.
A veces nos jactamos de prever responsablemente situaciones que podemos evitar. A fin de cuentas lo que estamos previendo es un… “y si al Señor se le olvida que esto puede pasar?”. Continuamente estamos tratando de ayudar a Dios. En nuestra mente finita pensamos que Dios es como nosotros, pero a Dios no se le escapa ni una. Hemos entregado nuestra vida al Señor, pero a medias; somos incapaces de confiar plenamente en Él. Dedicamos tiempo a estar armando situaciones y rompiendo problemas. Ese tiempo dedícaselo al Señor en oración. El futuro lo conoce el Señor, trabaja con tu presente.
¿Realmente confías en Él? Pues pásale el control a Él. Dios te lo está pidiendo porque en sus manos es donde más seguro está. El Señor te pide que le dejes tus preocupaciones, hay una parte que te toca hacer, luego, hay otra que le toca hacer a Él: mantenerte firme. Lograrás tu tranquilidad, tu firmeza, tu sustento, tu balance, una vez deposites tus preocupaciones en el Señor. Cumple con tu parte, que Dios se encargará del resto. Este Salmo trae promesa para sus hijos – Él no dejará que caiga el que le obedece. Dios está confeccionando el mínimo detalle de sus hijos para asegurarse de que no van a caer. Lo que nos corresponde hacer es obedecer.
Mientras tu vida sea una eterna preocupación no lograrás el equilibrio que necesitas para avanzar en el recorrido de la vida, porque cada día trae su propio afán. Así que anda, suelta tu carga y entrégasela a quien puede con ella. Ese tiempo ahora lo podrás utilizar para bendecir su nombre y adorarle porque Él tiene cuidado de ti; descansa.
