«¡A lo mejor tú has llegado a ser reina precisamente para ayudarnos en esta situación!»
Ester 4:14
La vida es como una rueda. Es un ciclo continuo, a veces se está arriba y a veces abajo. ¿Dónde estás hoy? Cuando estamos arriba nos sentimos poderosos, es una sensación única. Queremos llevarnos el mundo de por medio y muchas veces nos olvidamos de los que están abajo. ¿Te has puesto a pensar en lo que puedes hacer por ellos? A lo mejor te ha llegado este momento de dicha para que lo compartas con otros, así que lúcete. Despliega toda tu bondad con aquel que tienes cerca. Hay alguien que está orando por algo y a lo mejor tú tienes la respuesta, a lo mejor tú eres la persona indicada para que su vida mejore o cambie.
Ester tuvo su momento. En ese momento histórico donde los judíos estaban siendo perseguidos, maltratados y masacrados, una joven de descendencia judía llega a ser reina. ¿Su nombre? Ester. ¿Para qué? ¿Por qué? Su tío judío, víctima del prejuicio y de la tortura a la que estaba siendo sometida su nación, le da la respuesta. “A lo mejor tú has llegado a ser reina precisamente para ayudarnos”. Su reinado fue de pura gracia. Aunque fuera la joven más hermosa de toda la comarca el simple hecho de ser judía la descalificaba completamente.
Dios te ha permitido estar justo ahí, para contestar la petición de alguien que necesita algo. Pídele a Dios cada mañana ser de bendición donde quiera que te encuentres y que cumplas el propósito por el cual estás en ese lugar. Trata de hacer lo mejor, que tu presencia haga la diferencia entre los que te rodean. No es el momento de recriminar o maldecir por el lugar donde te encuentras, sino que este es el momento para bendecir a otros, porque a eso has llegado y alguien va a ser beneficiado por ti, según alguien en algún momento te benefició. Este es el momento; cumple tu misión.