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¿Te has preguntado alguna vez si eres realmente libre? En estos tiempos en que la libertad se confunde con libertinaje y que en aras de la libertad de expresión se comenten grandes atropellos resulta interesante preguntarnos esto.
¿Eres libre?
Algunas personas piensan que ser libre es hacer lo que desean, en el momento que desean. Sin embargo, nuestros actos tienen consecuencias que debemos analizar. Ser libre no es ser veleta y navegar según soplen los vientos.
Ser libre tampoco es vivir en función de otro; o sea hacer las cosas para demostrarle a Fulanito o Sutanita lo exitoso, inteligente o creativo que puedes ser. Si al hacer algo lo que te mueve es “probarle” a otra persona lo equivocada que estaba en su opinión sobre ti, eso no es un buen principio y tampoco estás actuando en libertad.
Ser veraz
Para ser libre hay que ser veraz; andar en la verdad porque la verdad nos hará libre. Actuar de acuerdo a la verdad significa asumir responsabilidad de nuestros actos, ir de frente, dar la cara y no actuar a espaldas ni traicionar confianzas. Decir la verdad aunque esta nos afecte requiere mucha madurez; aprender a hacerlo con respeto y tratando de no herir al otro, es todo un arte.
Cuando eres realmente libre puedes decir lo que piensas y hacer lo que quieres pero no guiado por el egoísmo o egocentrismo. Lo harás porque sabes que es lo mejor para tod@s los involucrados. Expresarás tu opinión sin atropellar, con respeto y consideración. Decidirás qué deseas hacer, con quién quieres estar y cómo quieres vivir, con serenidad y desde dentro de tu corazón. Experimentarás la verdadera libertad cuando después de expresar tu opinión o actuar, te queda la sensación de haber hecho lo que debías hacer y lo que es correcto.
SOMOS LIBRES
Dios creó al hombre libre, con voluntad propia, hombre y mujer los creó; y lo dejó en manos de su propio albedrío. Le dio los mandamientos y preceptos, de manos de Moisés, el libertador, no para mortificarlo, diciéndole no hagas esto o lo otro, porque también lo dotó de inteligencia para que escogiera bien. Y le dijo Dios » Si quieres cumplir los mandatos, ellos te protejarán». Puso ante el hombre vida y muerte, fuego y agua, el bien y el mal. Y le dijo «TU ESCOJES». Cuando optamos por hacer siempre el bien -aún a los que no nos aman-, cuando hacemos la paz, cuando somos justos, cuando repartimos amor y alegría al que lo necesita ( todos la necesitamos), cuando damos de nuestro tiempo y de nuestro pan al hambriento …cuando compartimos los talentos que Dios nos dio gratuitamente…cuando damos sin esperar nada a cambio…es que SOMOS LIBRES como MARIA SANTISIMA.
Es cierto experimentaremos la verdadera libertad después de expresar nuestra opinión o actuar, me queda la
sensación de haber hecho lo que debía hacer y lo que es correcto.