Mi padre no es muy cibernético y puede que no lea este Artículo, pero me inspiró a escribirlo. El celebrar su cumpleaños trajo a mi memoria lo importante que es disfrutar de los seres queridos y las personas que tenemos a nuestro alrededor en el tiempo que el Señor ha dispuesto que estén en este Planeta.
El trajín diario
A veces nos dejamos consumir por las prisas y las exigencias de la vida cotidiana y dejamos pasar mucho tiempo para compartir con nuestros seres queridos. Tíos y primos que no vemos por años, amigos que no llamamos, personas que queremos pero por múltiples razones sigue pasando el tiempo y no compartimos con ellas. Es triste porque cuando ya no están con nosotros lamentamos no haber compartido más.
Asignándole prioridad
Puede resultarte gracioso o hasta increíble “poner en agenda” una visita o reunión con un amigo cercano o la familia. ¿Sabes qué? Mi mejor amiga y yo descubrimos que si no poníamos en agenda nuestra “reunión” (léase, un rato para compartir y ponernos al día), pasaban meses sin vernos. ¿Por qué? Porque ella tiene mil compromisos y yo también. Así que mi mejor consejo es que te asegures que tu agenda incluya, además de las citas médicas o reuniones de trabajo, cosas como: Visitar a mami; Llevar a papi de paseo; Ver a Diego, el roommate de la Universidad; Cumpleaños de la abuela, etc. Es cierto que a veces tendrás que salir de tu rutina, viajar o levantarte más temprano, pero al final el gozo en tu corazón borrará todo cansancio y esfuerzo.
La semana próxima, en algunos lugares se celebra el Día para Dar Gracias. Aprovechemos para compartir de manera especial con la familia y agradezcamos a Dios –ese día y todos los días– por nuestros seres queridos. Por tantos recuerdos hermosos que atesoramos. ¡Haz el propósito de disfrutar al máximo con ellos ahora que están vivos!