El roble es un árbol fuerte y su madera es muy cotizada. En la industria del vino se considera la mejor para la maduración de los vinos y licores. Los barriles de whisky, coñac o jerez deben ser de esta madera. Por su resistencia y durabilidad, también se utiliza para fabricar barcos.
Cuando florece…
Este árbol fuerte y majestuoso, que florece de manera espectacular en estos meses, llegado el momento justo se desprende de todas sus flores. Crea una alfombra asombrosa a su alrededor. Es un hermoso espectáculo que dura algunos días.
Vamos a revisar 4 Lecciones de superacion personal que podemos aprender del Roble:
- Suelta lo que lo hace bello para renovarse – No sólo es importante desprendernos de lo malo, sino de todo aquello que nos ata. Necesitas mirar detenidamente y descubrir qué cosas “buenas” están deteniéndote para alcanzar las cosas mejores.
- Descubre tu zona de comodidad – Esas áreas donde te sientes cómodo y de las cuales no deseas salir, aun cuando no estés plenamente satisfecho. Esas cosas que tal vez no te complacen pero que te da miedo intentar cambiar. Por ejemplo un trabajo bueno pero que no te reta y no te gusta.
- Renovarse es un proceso, no un momento – El roble no está florecido todo el año, florecer es su momento, ahí es cuando se engalana; sin embargo se prepara a lo largo del año para verse así. Igual nosotros, la superacion personal es un proceso y vamos dando pasos todos los días..
- Su desarrollo es lento por eso tiene larga vida – Estos árboles no se desarrollan de un día para otro, pasan años para que alcancen su madurez. Mientras más crece mejor sombra ofrece. Que este también sea tu anhelo en la vida: mejorar y superarte para ayudar y cobijar a otros. Para guiarlos en el camino, para darles “sombra” en sus momentos de lucha y evitar que se rindan.
Imitando al roble
Haz como el roble, que toma su tiempo para florecer. No te rindas; tu superacion personal no llegará de un día para otro. Puede que sientas que no estás avanzando en tu desarrollo, pero poco a poco te irás formando hasta alcanzar tu plenitud. Recuerda que: Florecer no es la meta porque quien no continúa renovándose se estanca y se muere.
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