Imagina que tomas un taxi y cuando el taxista te pregunta a dónde quieres ir, le respondes “a donde ud quiera…” Eso no suena muy lógico, ¿verdad? Lo normal es que cuando detienes el taxi sabes exactamente a dónde quieres ir; puede que no tengas muy claro la dirección del lugar, pero sí a dónde quieres llegar.
Muchas veces hacemos esto en la vida: no nos fijamos metas realmente. Nos pasamos la vida diciendo que deseamos lograr esto y que quisiéramos hacer lo otro… y, al no tomar acción, seguimos posponiendo las metas, los planes, los sueños. Es importante que a solas reflexiones y decidas realmente qué deseas lograr, en qué dirección te quieres mover, como en el taxi: a dónde quieres llegar.
¡Decídete!… y Planifica
Pregúntate: ¿qué quieres conseguir? Bajar de peso, comprar un auto, cambiar de trabajo, etc. Cada meta que te traces requiere una estrategia y preparación diferentes. El próximo paso es planificar. Es importante trabajar ese plan. Si analizamos, la mayoría de los momentos importantes de la vida conllevan preparación. Te preparas para una entrevista de trabajo, para un examen o certificación, para la licencia de conducir… Entonces ¿por qué no invertir tiempo en preparar el plan de lo que quieres lograr en tu vida? Al escribirlo toma forma, se empieza a hacer real. Comienzas a concretizar el sueño y buscas maneras posibles de llevarlo a cabo.
La importancia de las fechas
Ya hiciste tu análisis y decidiste tu plan y tu estrategia, ¿ahora qué? Es importante ponerle fecha. Es como cuando te encuentras con alguien que no veías hace mucho tiempo y después de conversar unos minutos, se despiden con un “tenemos que ponernos de acuerdo para tomarnos un café”. Generalmente, si no fijaron una fecha, el encuentro no se da.
Los expertos sugieren que pongamos metas realistas para no frustrarnos en el camino. Divide la tarea en pequeñas partes, con fechas diferentes: qué quieres conseguir al final de la próxima semana, cuando termine el mes, en tres meses, etc. Si por ejemplo quieres volver a la Universidad y terminar tus estudios, las tareas pueden fluctuar desde buscar información sobre esa ocupación y qué instituciones ofrecen lo que deseas, hasta analizar qué ajustes debes hacer en tu rutina diaria e inscribirte. La idea es que tus pequeñas acciones ayuden y estén dirigidas a alcanzar tu meta.
Este es un buen momento. Revisa tu lista de resoluciones, no te critiques ni te recrimines, evalúa lo que dejaste de hacer y decide qué quieres lograr al terminar este mes. Que al gritar ¡taxi! tu respuesta sea “directo y sin pausa a alcanzar mi mayor potencial”.