Hace unos meses el país fue estremecido con un “temblor” de bastante magnitud. Ese acontecimiento y las reacciones que provocó, hizo presente la realidad de que la vida es corta. De lo vulnerables que somos y de qué manera en un abrir y cerrar de ojos nuestra vida puede cambiar radicalmente.
El amor es… ¡Demuéstralo!
Las situaciones extremas nos recuerdan lo que es verdaderamente valioso. Cuando nuestra vida está en peligro o fallece alguien querido, las cosas cotidianas pierden importancia. Ya no te agobia la casa, tener un auto último modelo, dónde ir de vacaciones o la herencia del abuelo. Ahí enfocamos en las personas… En el tiempo que compartimos con ell@s.
Hoy quiero detenerme específicamente en las relaciones familiares. Tantas personas que pasan años enojados entre sí: Hijos que no le hablan a sus padres, hermanos que no pueden verse “ni en pintura”, primos, tíos, etc. Desperdiciar el tiempo que tenemos de vida en rencillas y disputas no es el propósito por el cual estamos en este mundo.
Lamentaciones
Cuando te diagnostican una enfermedad o tu hijo tiene un accidente, el tiempo se agota y llegan las lamentaciones. Decídete a vivir conscientemente para no tener reproches al final del día. Aquí unos consejos para mejorar las relaciones deterioradas:
- Analiza: ¿Realmente recuerdas por qué están enojados? Aunque parezca obvio, muchas veces el conflicto fue hace tanto tiempo que ya los detalles se han borrado y estar enojados es una costumbre.
- Lima asperezas: Intenta acercarte a la persona. Haz esa llamada que llevas años pensando o “cae” por su casa y pídele hablar un momento. Sé sincer@ y exprésate con claridad. La idea no es revivir el conflicto, sino dejar saber tu disposición a zanjar diferencias.
- Respeta al otro: Si la persona no es tan efusiva como imaginaste o su reacción no es positiva, no te dejes llevar por la frustración o el enojo. Cada ser humano maneja las emociones de manera diferente. Aceptar que no quiere verte o hablar contigo es también un regalo, solo recuérdale que estarás disponible cuando desee acercarse.
Con tantos acontecimientos dramáticos sucediendo a nuestro alrededor te invito a vivir y demostrar el amor que sientes. Cuando la tierra se agitó, nos recordó que no controlamos tantas cosas como quisiéramos, pero sí podemos controlar cómo nos comportamos con las personas que Dios ha puesto a nuestro lado.