Has estado luchando para salir adelante. Es cierto, la relación terminó sin que lo desearas, pero la vida continúa y estás dispuesta a mostrarle tu mejor cara. Han sido meses duros, has llorado a solas y también has apretado los labios para no llorar. Lo vas logrando y estás orgullosa de ti porque no lo has llamado ni lo has buscado.
Entonces, él aparece. Te llama y te recuerda todas las cosas agradables por las que estaban juntos. Te hace mil promesas y te describe con lujo de detalles por qué las cosas esta vez serán diferentes. Tú te mantienes firme como un buen soldado y ganas el primer combate. Pero él continua, te llama diariamente, te invita a tomar un café y te sorprende recordando algo importante. Al final, vence tu resistencia y decides darle una nueva oportunidad, porque realmente lo notas cambiado.
La segunda parte…
Vuelven como pareja y empiezan bien, pero al cabo de unos meses los viejos patrones comienzan a surgir y las situaciones a repetirse. Pasas nuevamente por el tortuoso camino que lleva hacia la ruptura. Te molestas con él y te molestas contigo por haber “caído” nuevamente.
No te culpes; no estás sola, algunas más que otras, casi todas hemos recorrido ese camino alguna vez. No existe una fórmula mágica para evitar “tropezar con la misma piedra”, sobre todo porque en ocasiones tendríamos que ser de hierro para no darle otra oportunidad a ese ejemplar que amamos y que se muestra tan diferente y arrepentido.
Bajo el microscopio: Mirando objetivamente
Aunque no existen soluciones fáciles, siempre hay cosas que podemos intentar para cuando él regrese. Aquí te presentamos algunas:
◾Analiza por qué decidiste terminar la relación la primera vez – ¿Cómo te sentías? ¿Cuáles eran los sentimientos predominantes? Malestar, incomodidad, miedo, angustia… Luego pregúntate ¿deseas pasar por eso nuevamente? Este ejercicio te ayudará a mirar objetivamente, al pensar detenidamente las cosas lograrás que la mente prevalezca sobre el corazón.
◾Reconoce patrones y fases – Si en la fase de conquista se muestra galante pero luego que la relación se afianza se torna desconsiderado, es posible que ahora te preste atención porque está tratando de reconquistarte y luego… vuelva a las andadas.
◾Decide por ti – Puede que a los ojos de los demás parezca un buen partido, pero ya lo conoces y sabes que no lo será si trae infelicidad a tu vida, así que mantente firme.
Busca en tu corazón lo que realmente deseas en una pareja y convéncete que mereces mucho como mujer. A ese chico no le deseamos mal, sólo que continúe su camino y no se detenga a tu lado.