Los empleados de la compañía AZ recibieron una comunicación que decía: “Murió la persona que impedía que usted progresara en esta empresa. Hoy en el Auditorio General estará de cuerpo presente, se solicita la asistencia de todos los empleados a la ceremonia”.
Según pasaba el día, por los pasillos se escuchaban murmullos e iba creciendo la curiosidad general. A la hora indicada, los empleados se dirigieron al Auditorio en silencio. Los que ya habían pasado frente al féretro caminaban cabizbajos y pensativos… Abandonaban el recinto sin decir nada, lo que hacía crecer la tensión en los que aún esperaban.
Al final de la fila, cuando llegaban al ataúd para enterarse de quien era el miserable que lo había limitado por tantos años, ¡se encontraban con un espejo!
Impactante ¿no crees? Sigue leyendo que ahora vamos a examinar…
3 creencias limitantes y cómo combatirlas:
1.Miedo a lo desconocido
Esta historia ilustra claramente lo que muchas veces nos sucede: Nos limitamos nosotros mismos. Cuántas veces tus amigos, supervisores y compañeros de trabajo ven en ti un potencial que aún no has descubierto y te sugieren explorar áreas que no te habías planteado. Esa persona te vislumbra en tareas y roles diferentes, pero tú rechazas la oportunidad…
¡Combate el miedo! Recuerda que la meta no es no sentir miedo, el asunto es no permitir que el miedo te paralice. Cuántas personas por un desengaño amoroso se cierran al amor o por un fracaso deciden no volver a intentarlo. ¡No caigas en esa trampa! Sentir miedo es totalmente normal; lo importante es transformar ese miedo en la adrenalina que nos motive a vencerlo.
2.Esto es muy difícil, no puedo hacerlo
Esta es una de las creencias limitantes más comunes. Cuantas personas al momento que le plantean una nueva idea o proyecto, de manera casi automática sale “es difícil” de su boca. El antídoto para esta creencia se resume en dos palabras: ¡Inténtalo! & ¡Esfuérzate!
- Inténtalo: No descartes la idea desde el comienzo. Permite que la otra persona termine de explicar, has preguntas, involúcrate, investiga. Trata el hacerlo de esa nueva forma que te están proponiendo
- Esfuérzate: ¿Cómo crees que se siente un jugador de béisbol cada vez que tiene su turno al bate? Hay tantos elementos que tienen que combinarse para que pueda pegarle a la pelota, sin embargo no se queda quieto; cuando el lanzador envía la pelota, el bateador responde con un swing. El resultado puede ser anotar o no una carrera, pero lo importante es (1) no quedarse quieto y (2) intentar pegarle a la pelota.
3.Si me sale mal, se van a burlar de mí
El famoso miedo al fracaso que nos ataca a todos en algún momento. La realidad es que quienes realmente te aman, no se van a burlar de ti. Al contrario, estarán a tu lado para vendar tus heridas, reparar tus alas y animarte a emprender vuelo nuevamente.
Te propongo un ejercicio: Piensa qué cosas te han sugerido hacer que tú no te habías planteado y anótalas. Esos comentarios de nuestros amigos como “Deberías ser escritor”, “Oye, por qué no pones un negocio de comida”, “Kathy eres excelente organizando actividades, deberías dedicarte a eso”… Después que hayas anotado todo lo que recuerdes, analiza la lista. Entonces, contesta con sinceridad qué de todo eso realizarías si nada te limitara o tuvieras miedo yyy… ¡lánzate al ruedo de una buena vez!
Estas son tres de las creencias limitantes más comunes, pero existen muchas más. Lo importante es que estés consciente de ellas y decidas combatirlas.
No digas que eres incapaz, o que no puedes. Recuerda que vienes del cielo, que tu Creador es perfecto y que TU, su obra, no tiene limitaciones. A lo largo del camino de nuestra vida vamos recogiendo cargas que nos limitan, pero esa no es la voluntad del Padre. Obsérvate, analiza y descubre esos obstáculos, entonces ¡lánzate a la aventura!
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Cuéntanos en los comentarios esos momentos en los que decidiste actuar aunque el miedo estuvo a punto de paralizarte y al final ¡lo lograste!