«Así que no debemos cansarnos de hacer el bien; porque si no nos desanimamos, a su debido tiempo cosecharemos.»
Gálatas 6:9
Al pasar revista sobre lo que hicimos durante el día, debe ser nuestro anhelo haber cumplido con el plan que Dios tiene trazado para cada uno de nosotros. Hay propósito de Dios en nuestras vidas. El lugar donde vives, trabajas, haces la compra, donde limpias tu carro, por las calles que transitas e incluso con la gente que interactúas son parte de ese propósito. Hay bendición de Dios en cada paso que das y con quienes te relacionas. Un favor, una palabra, una acción, un acto, una sonrisa, son detalles que están haciendo algo en alguien sin saberlo. Ofrecer bondad y misericordia debe ser nuestra acción diaria independientemente a quien se la brindemos.
Hay veces que la gente a quien le hacemos bien no se lo merece, nos toman el pelo y por ende llegamos a cansarnos. El cansancio es parte de nuestra naturaleza humana pero no debemos pasar por alto que a quien respondemos es a Dios no a quien hacemos el bien. De la gente no se puede esperar recibir nada, pero de Dios todo. Él no se cansa de hacernos bien. Si nosotros somos el ejemplo vivo de Cristo y su esencia está en nosotros, somos recipientes de su bondad. Recibimos y lo pasamos a otros, no importa a quién. Es como el agua: debe fluir; si se estanca se pudre. El cansancio hace que no veamos las bendiciones que recibimos. Es Dios quien nos da fuerzas nuevas para volver a empezar. No perdamos el enfoque y sigamos haciendo lo que Dios nos ha mandado a hacer; si nos ocupamos de sus cosas Él se ocupará de las nuestras.
Hacer el bien es como sembrar una semilla. El que siembra lo hace con gozo, en espera de recibir en su momento la cosecha. No va maldiciendo y con mala actitud sino que lo hace con alegría y le pone todo el empeño para que la siembra se dé, porque sabe que si siembra bien, cosechará; su tiempo no está perdido. Como el sembrador, depositemos la semilla con amor y dejémosla allí porque a su tiempo cosecharemos. Dios paga y aun no se ha encontrado quien le iguale sus intereses pues son altamente competitivos. No te canses, mantente haciendo el bien.