«Y todo lo que esté en tu mano hacer, hazlo con todo empeño; porque en el sepulcro, que es donde irás a parar, no se hace nada ni se piensa nada, ni hay conocimientos ni sabiduría.»
Eclesiastés 9:10
¿Alguna vez has pensado en lo que dirá tu lápida? Consideramos el tema de la muerte como algo difícil de manejar. Lo cierto es que la forma en que vives hoy se verá reflejada cuando enfrentes ese proceso. ¿Has pensado en eso? ¿Cuáles serán los comentarios de la gente cuando se enteren que pasaste a mejor vida?
Vive HOY de tal manera que cuando ya no estés puedan decir algo bueno de ti, algo que le recuerde el impacto positivo de tu vida en la de ellos. Debe encontrarse a alguien que se lamente de no tenerte, de extrañarte y más aún que alguien siga tu legado porque te fue bien. Es una pena que la gente se muera y alguien diga es mejor tenerlo muerto que vivo o que alguien diga: “Era bueno pero…”. Procura que cuando mueras todos te lloren, no por ti, sino por ellos. Porque ya no van a tener tu consejo sabio, ya no van a tener tu cariño, ayuda, consuelo, palabras de aliento, de ánimo; tu palabra de que sí se puede. Que lo que extrañen de ti no sea tu actitud de grosería, de regaño, de crítica. Mientras tengas aliento, vive bien, trata de hacer todo lo que haya que hacer según tus fuerzas. Hacia donde vas no vas a llevar nada independientemente cómo hayas vivido; pero en la tierra sí se va a quedar todo lo que hayas hecho; lo bueno y lo malo. Se quedarán en los corazones las heridas que causaste así como las alegrías que ofreciste. Habrá gente que te recordará y junto con el recuerdo, tus acciones; vidas impactadas positiva o negativamente. Tú decides. ¿Qué dirá tu lápida?.
Mi mejor epitafio sería: “Aquí yace quien hizo todo lo que vino a sus manos para hacer y lo hizo bien, según sus fuerzas”.